Los metales fueron fundamentales en las sociedades antiguas del Perú, no solo como materiales prácticos para la fabricación de herramientas, sino también como símbolos de estatus de élite. En el Castillo de Huarmey, recientes descubrimientos han revelado las sofisticadas prácticas metalúrgicas de la sociedad Wari. Este sitio, conocido por su necrópolis real, ha proporcionado una variedad de objetos de aleación de cobre, incluyendo bronce, una aleación típicamente compuesta de cobre y arsénico o estaño, utilizada para crear herramientas duraderas y afiladas. El descubrimiento de un entierro de un metalúrgico en Castillo de Huarmey sugiere la presencia de artesanos especializados, altamente capacitados en la producción de objetos de bronce. Se realizaron varios análisis geoquímicos en artefactos metalúrgicos y fragmentos de escoria y mate descubiertos en el sitio, lo que revela técnicas de producción estandarizadas, así como un cuidadoso control de la composición de las aleaciones, y destaca la importancia de estos materiales durante el Horizonte Medio. El uso de metales tanto en contextos prácticos como ceremoniales refleja su papel esencial en el desarrollo de la civilización andina. Las herramientas de bronce encontradas en la tumba del Maestro Cestero en la Galería de Artesanos de Élite del Castillo de Huarmey fueron ritualmente dobladas antes de ser enterradas. Esto sugiere que las herramientas estaban vinculadas a su dueño no solo de manera física, sino también espiritual, y que debían ser simbólicamente ‘matadas’ y enterradas junto a él.
Miłosz Giersz